Las prótesis oculares son un reemplazo estético del ojo por falta del mismo de forma parcial o total.
Existen dos tipos de prótesis oculares:
- Prótesis oculares para enucleación: llenando la cavidad, garantizando un perfecto apoyo que permite un buen movimiento de la prótesis en el ángulo conversacional. Tienen la ventaja de ser toleradas con facilidad.
- Cascarillas: de espesor más fino, menor de 4 mm, para adaptarse al resto del ojo presente en la cavidad cuando, tras la evisceración, el espacio para adaptar la prótesis es reducido, permitiendo con una prótesis fina una mejor tolerancia.
Conformadores: Este tipo de prótesis, blancas o transparentes, sirven para conformar la cavidad hasta que se coloque la pieza definitiva. Evita la adherencia entre las conjuntivas tarsal y bulbar. Impide la contracción de la cavidad y mantiene el espacio orbitario adecuado consiguiente a la enucleación/ evisceración. Es transparente y dispone de orificios de ventilación en el centro.
González Ruiz Mariana
Una prótesis ocular, es un reemplazo (a mi parecer) total y permanente, debido a la ausencia de este órgano; el ojo. Aunque es posible llevar a cabo una vida normal con la visión de un sólo ojo, la pérdida del globo ocular a causa consecuencias sociales, psicológicas y estéticas a una persona.
De esta forma, hay diferentes tipos de prótesis oculares, todas dependiendo de la situación del paciente, a quien se debe de tomar muy en cuenta para este tipo de decisiones.
Esta la prótesis ocular para enucleación; suele ser una de las más comunes, la cual ayuda al un mejor control de la prótesis, es muy adaptativa y en algunas ocasiones es imposible de distinguir a simple vista.
También está la prótesis ocular de tipo cascarilla. Este tipo de prótesis, no es como las demás. Se adaptan sobre el ojo; por lo cual, la cavidad orbitaria del paciente es pequeña debido a muchas situaciones como: una enfermedad congénita o adquirida, un accidente o una macroftalmia congénita, etc. Suelen ser un poco más delgadas para su perfecta acomodación y adaptación precisa, optimizando el confort, la movilidad y la estética final.
Por último y no menos importante. Existe el tipo de prótesis denominado como conformadores. Esta prótesis ayuda a que después de la operación (aproximadamente de 2 a 3 semanas) la cavidad del paciente sea óptima para iniciar una adaptación de una prótesis más estética y contribuye a que la persona tenga una mejor familiarización con las prótesis y su tratamiento futuro.
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